De la mamá de Julia

– Me gustaría que la palabra «surfactante» no significara nada para mi. Desearía no saber distinguir entre un ventilador convencional y una VAFO. No haber admirado las vistas de la ciudad desde la octava planta, y que «bolo de fenta» y «dobuta» no me dijeran nada. Quisiera no haber conocido a Irene, César, Eli, Mar, y todo tu maravilloso equipo. Pero es el precio que tuve que pagar por conocer el AMOR VERDADERO. Así, en mayúsculas. Y te aseguro, bichito,que ha merecido la pena. (Febrero 2016, a un mes de su partida)

-Yo adoro mi cicatriz.  Siempre pensé que las cicatrices cuentan historias; historias que se pueden leer en el cuerpo de cada persona para siempre. Y es que con el correr de los días, todo va transformándose en aquello que fue; las caderas se estrechan, y allí donde un día hubo alimento ahora no queda nada. Pero ahí están esos 15cm de carne mutilada. Esos 15cm que te dieron la bienvenida. Rendija de luz que te avisaba de que había llegado el momento de mirarnos por fin a los ojos. Cómo no me va a gustar mi cicatriz, si cuenta la historia más importante de todas… (marzo 2016)

abrazohijoausente-Como cada noche, cierro los ojos y comienzo a dibujarte, despacito. No hay prisa, éste es nuestro momento…Dos ojitos, una nariz perfecta; dos orejas que podrían ser piruletas y una boquita de fresa. Dos manos queriéndolo investigar todo y dos piececitos exploradores. Te pinto un sol bien grande que te de luz y calor, y alguna nube de algodón para que juegues. Mi amor, sé feliz! Corre,vuela, salta y ríe cuanto te plazca! Y no olvides que, como cada noche, yo te estaré esperando.  Feliz medio añito,mi gordita. (Junio 2016)

-Hay días en los que no me conformo. No es suficiente con quererte en la distancia. Lo que yo quiero es cambiar pañales y hacerte cosquillitas en los pies. Caminar hacia el cole de la mano y poner tu primer diente bajo la almohada. Quiero llevarte de acampada y acariciarte el pelo cuando te rompan el corazón. Que me cuentes las cosas importantes y también hablar de cosas tontas. Reírnos como locas de la vida, y ver como te vas de casa para formar tu propio hogar. Quiero ser viejita y mirarte llena de orgullo, sabiendo que hemos recorrido el camino juntas, y que ahora te toca seguir a tí.  Nada de eso pasará nunca. Lo sé. Pero hay días que no me conformo. Porque lo más difícil que he hecho en mi vida es aprender a vivir sin tí. (Septiembre 2016)

-No sé en que momento me volví diferente…en qué momento dejé de ver la realidad de antes, para convertirme en esa loca buscadora de señales/cuentacuentos/ recolectora de almendras/ coleccionista de estrellas. No recuerdo cuándo empecé a cantar a pleno pulmón por la calle y a entender las canciones como me da la gana. En qué momento exacto mi corazón empezó a ir muy por delante de mi cabeza, en qué instante empecé a pintar la vida con otros colores. Y noto las miradas preocupadas y las sonrisas tristes de quien no me entiende. De quien no comprende que ahora vivo en un mundo nuevo que he construido para ti y para mí. Algunos piensan que he enloquecido…puede ser, no lo niego. Pero lo que ellos llaman locura, yo lo llamo amor. (Octubre 2016)

Ayer (16 de Octubre 2016) cuando regresaba en el tren después del encuentro, escribí unas palabras sobre el día tan emocionante que pasamos juntos, compartiendo tanto:

-Hace un año yo era una gorda feliz, llena de vida que latía dentro de mí; redonda como una pelota restaba días mientras preparaba una habitación con todo el mimo. Al mismo tiempo, un montón de padres y madres encendían una vela entre lágrimas por sus hijos fallecidos. Hoy, 365 días después, vuelvo en tren después de celebrar el Día Mundial de la Muerte Gestacional y Neonatal con muchos de esos padres. Un día en el que aprendí, lloré, reí, abracé, amé, amé, amé… Este año yo también encendí una vela en tu honor. Este año yo también escribí tu nombre en una estrella de papel. Este año ya no soy aquella mamá inocente que tachaba los días en el calendario esperando tu llegada. Este año soy yo, la mamá de Julia, tu mamá, mucho menos ingenua pero mucho más consciente, más valiente, más llena de amor. Más agradecida a la vida. Hoy es el día de gritar tu nombre bien alto. Y mañana, y al otro…porque para mí todos los días son 15 de Octubre