Mi deseo no es convercerte de nada, sólo contar una historia de amor

A las mujeres de mi país (Costa Rica)
Mi deseo no es convencerte de nada.
No puedo juzgarte de ninguna manera ni conozco tus condiciones o tu vida.
Yo soy nada más que una mujer que por circunstancias de la vida, tuvo la oportunidad de abortar legalmente a un bebé destinado a morir por la condición genética que padecía.
Solo quiero compartirte mi historia para que la conozcas y talvez, solo tal vez, te sirva de algo conocer.
Mi esposo y yo teníamos un proyecto de vida que estaba pronto a cumplirse. Por supuesto estábamos sumamente emocionados con la aventura q estaba por comenzar.
Unas cuantas semanas antes de alistar nuestras maletas para emprender el viaje hacia nuestra aventura, nos enteramos de que estábamos esperando a Camilo.
Wowww, fue un shock de sentimientos porque se suponía médicamente que eso era difícil que ocurriera y en la maleta del plan de vida que habíamos preparado, no había espacio para él; pero al final hicimos el espacio y de igual manera emprendimos el viaje con un tono de emoción y preocupación a la vez.
Iba transcurriendo todo muy bien, nosotros felices y ya con la idea bien aceptada de Camilo en nuestras nuevas vidas.
Llegó el día de nuestra primera cita de control ginecológico y nos dieron la noticia que nadie nunca cree o espera recibir: su hijo tiene una malformación genética importante y no va a sobrevivir, es incompatible con la vida.
Shock! Puro shock!!!
Se cae todo lo que hasta ese momento se había edificado.
En el país donde estábamos viviendo a bebés como Camilo se les llama “productos incompatibles con la vida” y nos dijeron que “en estos casos se interrumpe el embarazo porque no tiene futuro”. El aborto en estos casos estaba legalizado desde hacía muchos años.
Shock, más shock!! Me sentí tan “engañada” si así puede llamársele pues sentí que lo que había estado gestando entonces no era vida, era algo muerto y deforme que de acuerdo con los médicos, normalmente se desecha tan fácil que a como llega.
Pregunté los detalles del procedimiento de la interrupción e inclusive me dieron la fecha en la que el hospital podría internarme, la cual resultaba ser como en un par de días.
Ese día simplemente no podía pensar, estaba en shock.
Por supuesto no éramos médicos, no teníamos ninguna formación en ciencias de la salud como para refutar algo de lo que nos dijeron, solo sabíamos q teníamos que hacer lo que los médicos nos decían que era lo mejor que debía hacerse.
En ese momento lo poco que podíamos entender era que “no había ninguna otra opción”.
Ese día regresamos a la casa como si nos hubieran abofeteado el alma, no solo por saber que ya no tendríamos al bebé que ya habíamos insertado en nuestro plan de vida, sino porque en menos de un par de días teníamos que pasar por parir al bebé y esperar a que agonizara y muriera pronto por la inmadurez fisiológica que tenía a sus 20 semanas de vida.
Luego los restos del bebé se manejaban como “residuo hospitalario” por lo que no teníamos que preocuparnos por funeral o trámite alguno, pues bebés de menos de 22 semanas no eran reconocidos por el registro civil, así que ni siquiera teníamos que registrarlo como ciudadano.
Durante esa noche y a la mañana siguiente ocurrieron diferentes circunstancias de las cuales no voy a dar detalles para no predisponer las creencias religiosas o morales de quien lea esto. Solo puedo contarte que pude acceder al otro 50% de la información que no tenía o que más bien no me dieron.
Pude entender qué consecuencias probables podían ocurrir si abortaba y cuáles, si no lo hacía.
Por qué cuando me explicaron “cómo quitarme el problema de encima y poder continuar con mi vida” no me explicaron también qué podía ocurrir conmigo psicológica y físicamente? Era acaso que todo quedaba como si nada hubiera pasado por aquí adentro?
Las probabilidades de que Camilo terminara el embarazo eran muy bajas, de que naciera, más bajas y de que viviera minutos, horas, días o meses, muchísimo más bajas.
Al final de toda la historia, te imaginás qué decidimos hacer?
Continuamos. Sí, continuamos aunque todo esto para la comunidad médica y para cualquier persona con “uso de razón” fuera en vano.
Y por qué lo hicimos? No terminaría de escribir razones ni en un día completo, pero tampoco las voy a mencionar por la misma razón que expliqué antes.
Lo que sí te puedo decir es que fue la mejor y más sabia decisión que hemos tomado en toda nuestra vida!
Por Camilo dejamos nuestro sueño botado en un cincuentavo lugar y regresamos a Costa Rica, aunque sabíamos que aquí ya no tendríamos la oportunidad de abortar legalmente pues las condiciones de aborto terapéutico son diferentes.
Tampoco me dijeron que los milagros existen y que una pequeña vida puede ser un agente de cambio para el mundo.
Camilo no solo logró llegar a los 9 meses, sino q tuvo un parto normal y vivió 2 horas (VIVIÓ, no agonizó ni sobrevivió 2 hrs). Las más hermosas 2 hrs de nuestra vida. Nos dio absolutamente todo lo verdaderamente importante que una vida de 2 hrs o 100 años puede dar: AMOR!!
Tener a Camilo, un bebé destinado a morir, fue la experiencia que más ha marcado mi vida y hoy por hoy es sin duda el mejor maestro que he tenido.
Claro está! Podría haber tomado la decisión de interrumpir el embarazo cuando pudimos hacerlo y en este momento no estaría escribiendo esto porque estaría viviendo en el país de mis sueños con la vida que yo pensaba que era la de mis sueños, pero te aseguro que no me alcanzaría la vida para perdonarme todos los días el haberme creído en derecho de tomar la vida de Camilo y desecharla para cumplir mi propio sueño.
Me parece tan injusto que las mujeres en muchos casos, por el sistema de salud o por sus propias circunstancias, solo tengan acceso a conocer una parte del panorama y que con eso tengan que tomar una decisión tan trascendental en sus vidas y que tendrá consecuencias positivas o negativas para siempre.
Sin saber qué decisión tomarás (si tuvieras que tomar alguna) o cuál es tu opinión sobre el tema del aborto, solo puedo contarte que pude darme cuenta a tiempo de que lo que estaba gestando SÍ ERA VIDA y no un “producto incompatible con la vida” como me lo hicieron creer.
Hoy día tengo mucha paz en el corazón y por siempre tendré a Camilo en mi alma como mi instrumento de AMOR!!
Como lo dije al principio, esto es solo MI historia y de ninguna manera pretendo que nadie piense igual o haga lo mismo. Todos los casos y mujeres somos diferentes y debemos ser respetadas; sin embargo sí puedo compartirte mi historia y si te sirve de algo, tómala y sino deséchala sin ataduras u objeciones. Estoy segura de que en algún momento a alguien le funcionará, pues de otro modo la vida de Camilo hubiera sido en vano!!