Carta de una tía-abuela al personal de un crematorio

Estimados Empleados;

 Me dirijo a vosotros con la intención de transmitiros, el Amor que ha dejado en mi corazón, el bebé Mateo, que ha sido incinerado en este crematorio.

Escribo estas palabras en mi propio nombre, en el nombre de mi familia, especialmente en el de mis sobrinos Sonia Lima y Carlos Steven Pérez, los papás de Mateo y también en nombre de todas las familias que han perdido un bebé como nosotros lo hemos perdido.

Ayer, la persona que nos atendió, muy amable y educadamente, seguro que sin querer y para poder justificar el por qué en la placa había que poner el nombre de Sonia Lima, llamó a nuestro bebé “Feto” y dijo que, al no haber nacido, no podía ponerse su nombre por no estar registrado en el Registro Civil.

Sé que solo cumplía con su trabajo y por eso y con todo el Amor de nuestro niño, os escribo, para invitaros a reflexionar que por encima de leyes y normas, está el AMOR.

Mi sobrina, ha tenido que PARIR a su hijo, con todo lo que conlleva un parto, aún sabiendo que nacería sin vida. La Fuerza que ella ha sacado, ha sido la de el

AMOR POR SU HIJO.

Por eso, os pido de todo corazón, POR FAVOR, que la próxima vez que os encontréis con otra familia como la nuestra, que los miréis a los ojos para que podáis sentir que ellos están despidiendo a su AMADO BEBÉ.

 Gracias infinitas y Espero que estas palabras resuenen en vuestros corazones.

 Un saludo

 Beatriz Lima, Tía Abuela de MATEO PÉREZ LIMA

 En Madrid a 23 de Abril de 2019