Cómo comunicar al niño la muerte del hermanito que esperaban

Entre las recomendaciones generales sobre comunicación de malas noticias a niños, se encuentran:

  • Las personas más adecuadas para dar esta noticia son los propios padres, pues son los que mejor conocen a sus hijos; si pueden hacerlo juntos el padre y la madre con el niño, se refuerza el apoyo y vinculo familiar.
  • Si la madre o el padre, o ambos se encuentran desbordados emocionalmente por la perdida y no son capaces de hacerlo, pueden pedir ayuda a otra persona allegada en la que tengan plena confianza, para que les ayude a explicarles a los niños lo que ha sucedido: personal sanitario, educadores,…
  • Una regla importante es no demorar la noticia, no esperar a que pase el tiempo, sino dar la noticia a los niños lo más pronto posible para que la imaginación no empiece a funcionar.
  • Utilizar un lenguaje sencillo, adaptado a la edad evolutiva del niño, y comprobar mediante alguna pregunta que ha comprendido lo que significa el hecho de la muerte.
  • Las preguntas de los niños pueden no ser fáciles de responder; poder decir claramente que algunas cosas no sabemos contestarlas. Por ej.: “no lo sé”, “a veces no sabemos porque suceden las cosas”. Con los niños mayores y adolescentes, poder reconocer que también nosotros nos hacemos preguntas y que para algunas de ellas tampoco tenemos respuestas.
  • En el caso del fallecimiento de un hermano, los padres deben transmitir a sus hijos que se le dió al bebé el mejor cuidado posible. Hacer una descripción muy sencilla de cómo murió, sin detalles que pudieran asustar o traumatizar al niño.
  • Hablar con naturalidad del bebé (mejor por su nombre, si ya lo habían elegido), para que los niños también puedan hacerlo cuando lo necesiten.
  • Debemos explorar si aparecen ideas relacionadas con la culpa, que son habituales en los niños; por ej. si la madre se ha quejado los días anteriores al aborto, de que estaba muy cansada y regañó al niño porque no se portaba bien, este puede llegar a pensar que él ha sido el responsable de la muerte. Decirles que nadie tiene la culpa de la muerte del bebé.