Fotografías de duelo perinatal: su significado a la hora de despedir a un bebé fallecido

  • Fotografiar a un bebé fallecido es una forma de ayudar a sus familias a iniciar un duelo tras este duro acontecimiento.

  • Las fotografías se convierten en recuerdos tangibles de un bebé que sí existió, aún cuando la memoria se torna borrosa.

Cristina Soria 8/Diciembre/2020

No hay pérdida más dura que la de un hijo, incluso cuando aún no ha nacido. El duelo perinatal, aquel que se vive tras la perder un hijo cuando el embarazo está avanzado o ha llegado a término, sigue siendo un tema que parece no alcanzar la relevancia que merece dentro de nuestra sociedad. Por eso la fotografía de duelo perinatal, que tiene un valor único para los padres que acaban de perder a su hijo, no cuenta con todo el apoyo y difusión que merece.

Cuando un bebé fallece antes de nacer o al poco de hacerlo, al menos hasta hace no mucho, no se afronta esta pérdida como una pérdida real, tanto desde la sociedad en general como desde las instituciones médicas. No se considera que haya vivido, así que no es importante hacer un duelo.

Pero la realidad es muy diferente para aquellos padres que han experimentado la muerte perinatal de sus hijos, porque lo más habitual es que ya hubieran dedicado gran parte de sus pensamientos y de su amor a él. El nombre, la ropita, la proyección de futuro, la sensación de llevar esa vida en el vientre… El duelo es necesario y negarlo solo hace más difícil este momento.

La fotografía y el duelo

Para poder realizar un duelo sanador, los padres necesitan poder contar al mundo y recordarse a ellos mismos que ese bebé existió, y que no se trata de olvidar, ya que esto no es posible. Pero sí lo es aprender a vivir con esa pérdida y aceptarla.

Poder tener al bebé en brazos, pasar un tiempo con él y retratar ese momento es vital a la hora de afrontar la despedida. Las fotografías del bebé ofrecen la posibilidad de recordarlo y de poder compartirlo con otras personas, de manera que los padres puedan comunicar al mundo que sí, su bebé es real y existió.

Es comprensible que, debido al shock que supone recibir la noticia de que nuestro bebé ha muerto, no queramos verlo. También, por una cuestión cultural, puede parecernos morboso no solo verlo, sino dedicarle un tiempo de cuidados y, además, fotografiarlo.

Un proyecto para ayudar

La iniciativa de realizar fotografías del duelo perinatal surge de organizaciones sin ánimo de lucro como Now I Lay Me Down To Sleep, que cuenta con casi dos mil fotógrafos voluntarios que realizan reportajes en más de 40 países de familias que se despiden de su bebé.

El proyecto Stillbirth (bebés que nunca pudieran ser fotografiados), surge en 2010 y pretende ayudar a los padres que no pudieron llegar a fotografiar a su bebé a conseguir un recuerdo que le represente. Se busca la manera de incluir al bebé en una foto de familia gracias a objetos que le representen como peluches, chupetes o ropita que los padres ya le hubieran comprado. Se trata de sustituir esa foto que nunca se llegó a hacer para favorecer el recuerdo y el duelo.

En España, Umamamita es un proyecto pionero, una asociación sin ánimo de lucro fundada por Jillian Cassidy y Juan Castro tras la muerte intrauterina de su hija Uma en 2007. Son todo un referente tanto para madres y padres, como para profesionales en apoyo, divulgación e investigación de la muerte perinatal.

Para ellos es fundamental concienciar a la sociedad de que la muerte gestacional y neonatal no es un tabú, y es necesario humanizarla y prevenirla mediante la investigación y la información. Del mismo modo, promueven la formación del personal sanitario para que pueda entender y acompañar a las familias en su duelo.

Con ellos colaboran fotógrafos, como Norma Grau, que se ofrece a las familias para realizar fotos simbólicas en su casa, o con el bebé cuando el hospital lo permite.

Qué beneficios tienen esas fotos para los padres

La mayoría de padres que pierden a su bebé salen del hospital sin una foto suya. Tiene todo el sentido pensar que en ese momento no se sienten capaces. Hay hospitales que se ofrecen a hacer fotos para que más tarde las recojan un familiar o ellos mismos, aunque los padres no siempre acepten. Lo cierto es que cuando se hacen la mayoría regresa a recoger sus fotos.

Son varios los estudios que hablan del beneficio que supone para los padres fotografíar a su bebé fallecido. Cuando los recuerdos vividos son escasos, borrosos con el paso del tiempo y difíciles de compartir con otras personas, las fotografías hacen que ese recuerdo se haga tangible.

La fotografía hace que el bebé exista, y desde ahí es posible despedirle, iniciar el duelo. Cuando estas fotos son tomadas por profesionales, se hace con el máximo cuidado y respeto. También hay padres que hacen ellos mismos las fotos, algo que también les sirve enormemente.

Tener y conservar un recuerdo de nuestro bebé fallecido, nos permite mantener la conexión con él, al tiempo que se sanan las heridas y se cuenta con un documento contundente que nos permite decir al mundo que ese bebé existió.

Fuente: https://www.divinity.es/mamas/significado-fotografia-duelo-perinatal-be5m_18_3044745170.html