Una red para ayudar a sanar el dolor de perder un hijo

9 Octubre 2021

Por Rebeca Hoya, madre de La Red El Hueco de Mi Vientre

La Red El Hueco de Mi Vientre se formó de una manera espontánea en el año 2013 de la mano de algunas profesionales (matronas, psicólogas) y madres que habían vivido de cerca o en primera persona la experiencia de perder un hijo durante la gestación o tras su nacimiento, y que entendieron que había muchas cosas que mejorar y cambiar en este tema. De la unión de ese dolor empezó este proyecto que lleva ya 8 años creciendo y tejiendo red no solo en España sino también a un nivel internacional. Invitamos a cualquier persona que quiera conocer nuestra actividad en detalle y algunas de nuestras historias a que visite nuestra web y que incluso se ponga en contacto con cualquiera de nuestras sedes.

Me llamo Rebeca Hoya y soy psicóloga, pero siempre digo que mi papel en la red no es como tal, sino como la madre que ha perdido a sus seis hijos: Alejandro, Lucía, Luis, Sara y los que ya no tuve el valor de nombrar… Es para mí un motivo de profundo orgullo pertenecer a la red; la red me salvó, sostuvo mi dolor y desde entonces me ha servido para canalizar toda esta experiencia en ayudar a otras familias. Me siento profundamente agradecida como ser humano, como madre.

La Red El Hueco de Mi Vientre diversifica su actividad en varios objetivos, pero sobre todo queremos destacar que, para nosotras, es fundamental:

1. Apoyar emocionalmente a las familias, y para eso hacemos sesiones individuales y/o en grupo. Hemos conseguido que desde instituciones sanitarias (Hospital Marqués de Valdecilla, Hospital de Sierrallana y Hospital de Laredo, centros de salud a través de su red de matronas, colegio de enfermería) se divulgue nuestra actividad y se hable de nosotros a las familias que están viviendo esta experiencia, para que ellos decidan si quieren o no contactarnos y ver cómo podemos ayudarles. Las familias nos devuelven la necesidad de nuestra labor y el agradecimiento y alivio que sienten tras nuestros encuentros. Por mi propia experiencia puedo decir que la Red me sanó, me ayudó a cambiar el dolor y la tristeza que sentía por serenidad, agradecimiento, mucho amor y la ilusión por hacer que mi historia pudiera servir para hacer más liviano este proceso a otras familias que tuvieran que vivirlo.

2. Fomentar el cambio de protocolos y procedimientos de trabajo dentro de nuestro Servicio Cántabro de Salud. En este aspecto, hemos colaborado en implementar muchas modificaciones y mejoras en la forma de trabajar de nuestros hospitales y centros de salud. Aquí nos queda trabajo por hacer…. pero vamos por el buen camino. Un pequeño pero precioso avance ha sido haber colaborado en introducir en el Hospital Marqués de Valdecilla la caja de recuerdos como algo estandarizado que se entrega a las familias para que puedan conservar en ella todas aquellas cosas que ellos consideren que tienen un valor especial en memoria de sus hij@s. Además esas cajas tienen un valor muy especial, porque son elaboradas por familias que han pasado esa experiencia y están hechas con mucho cariño. Entre otras cosas, en ellas se introduce un mensaje escrito, de puño y letra, por dichas familias y resulta muy emocionante cuando las familias lo reciben.

3. El anterior objetivo está estrechamente ligado con la formación y capacitación de los profesionales que en el desarrollo de su trabajo deban acompañar a las familias en la enfermedad y muerte de sus hijos. El cambio de procedimientos es sin duda alguna fundamental, pero la base de ese cambio son las personas, y para eso debemos de trabajar la sensibilización y concienciación de los profesionales y luego dotarles de recursos y herramientas que les ayuden a sostener el impacto y el dolor de las familias. En mi historia como madre, y en la pérdida de mis seis hijos, a lo largo del tiempo me siento satisfecha de este punto y he podido constatar que ha habido cambios que ahora toca afianzar y mantener. También ha sido para mí una experiencia muy potente y hermosa poder participar y colaborar en esta formación, participando en algún seminario o clase en la facultad de enfermería; creo que fue muy útil para esos jóvenes profesionales escuchar de primera mano la vivencia, humanizarla, dignificarla, dar la entidad que se merecen a nuestros pequeños, hacerles sentir la tristeza y el dolor que nos provoca y la importancia de su trabajo para que la huella que nos quede, no sea tan dolorosa.

4. Y podríamos hablar de más objetivos con los que trabajamos: respecto a la realización de investigaciones, estudios, propuestas de cambio de leyes o planteamiento de cuestiones legislativas, sesiones de preparación al parto impartidas desde un concepto holístico (incluyendo por lo tanto la posibilidad de una enfermedad o fallecimiento de nuestros bebés), etc.

Y sin duda hay un objetivo base que está en todo lo que hacemos, que es dar visibilidad a este tema, porque nuestros hijos se mueren y nadie puede evitarlo, porque negarles o silenciarnos no nos cura como familias, sino que nos causa más dolor, porque para poder seguir y avanzar con la vida hay que pasar el duelo y todo en esta sociedad que no habla de muerte, debemos aprender a vivir los duelos como cada uno podamos. Porque toca hablar de muerte, porque la muerte forma parte de la vida y nadie nos prepara para ello, porque nos educaron en el miedo, y sin embargo todo esto son conceptos culturales y podemos hacer de este proceso algo más sano, más real, más hermoso. Nuestro dolor por la pérdida será inevitable, pero sin que tengamos que añadirle sufrimientos innecesarios. En este sentido, uno de nuestros logros este año ha sido conseguir tener un referente físico en Cantabria, como ya lo hay en otras comunidades autónomas, donde las familias puedan ir físicamente a llorar a sus hijos, o a tener con ellos cualquier gesto que les sea necesario. Gracias a la generosa implicación de la empresa de servicios funerarios Funcantabria y al Ayuntamiento de Comillas, que nos cedieron un espacio físico en su cementerio municipal donde poder ubicar un pequeño y muy especial monumento, creado y cedido por el artista Jesús García Trapiello, que representa el hueco de nuestro vientre y el dolor por la pérdida de nuestros hijos. En un entorno tremendamente especial, espectacular por el ambiente que lo rodea, no solo de naturaleza si no de la hermosa localidad de Comillas, tenemos por fin un espacio donde podemos ir cuando nos llega la tristeza, o cuando queremos recordarles o necesitamos tener un gesto con ellos.

Cuando yo voy, a veces llevo unas flores, y me encanta y me emociona descubrir que alguien más lo ha hecho. Y sonrío, y muchas veces puedo por fin llorar, porque de tanto que me silenciaron ahora me cuesta mucho llorar, y acaricio el monumento e incluso alguna vez lo he limpiado con el mismo mimo y amor con que hubiera limpiado a mis hijos. Y me siento en ese banco de piedra que hay al fondo, frente al mar, y dejo que la brisa me acaricie y de alguna manera siento que los míos están, a veces en la forma de alguna mariposa que se cruza con mi mirada en su vuelo, o en el sonido del mar que me llega o en el conjunto infinito de nubes que parecen querer decirme algo, puedo sentirles en tantas cosas que eso es lo único que me importa, que todavía, puedo sentirles, que no se han ido del todo, que a mi manera aún les tengo. Y entonces con estos y otros pensamientos en mi cabeza, a veces sonrío, otras lloro. No importa, en ambos casos está bien, me siento libre, ya nadie me calla, mis hijos han muerto, pero mis emociones por ellos están muy vivas y allí me siento más libre que nunca de expresarlas.

Poder hacer y decir todo esto ha sido para mí, y sé que para muchas familias, un grandísimo logro, tanto que realmente ha sido el motor de nuestra calma, de sentir que lo vivido había tenido un sentido. Nada de esto hubiera sido posible sin el compromiso y la implicación de todos: nosotras, las familias, las grandes protagonistas de esta vivencia; las empresas privadas que muchas, como es el caso de Funcantabria, también tienen entre sus proyectos ayudar en cuestiones sociales sin ánimo de lucro; las instituciones administrativas, fundamentales en muchos de los casos porque son el motor de casi todos los cambios, en este caso todo nuestro agradecimiento por su presencia y su escucha al consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Miguel Javier Rodríguez Gómez, y a la Alcaldesa de Comillas, María Teresa Noceda Llano, y a las distintas entidades que nos acompañaron (colegio de enfermería, asociación de matronas, varias asociaciones vinculadas con la maternidad) y a los medios de comunicación y divulgación, sin los cuales no existiríamos.

A todas las familias cuyos hijos tengan alguna enfermedad o hayan muerto, no estáis solos, la Red El Hueco de Mi Vientre os tiende su mano, os hace de red para que podáis saltar al vacío gritar vuestro dolor, vuestra impotencia, vuestra frustración. Para intentar ayudaros a hacer de todo eso, una cura de amor, de paz, de fuerza para seguir yendo por la vida más ligeros pero a la vez más llenos.

Imagen cedida por La Red El Hueco de Mi Vientre

www.redelhuecodemivientre.es

redelhuecodemivientre@gmail.com

Fuente: https://www.adeces.org/una-red-para-ayudar-a-sanar-el-dolor-de-perder-un-hijo/